lunes, 11 de julio de 2016

EL CONSUMIDOR, EL SERVICIO AL CLIENTE Y LA EMPRESA. ¿ENEMIGOS O AMIGOS?

El servicio de atención al cliente nunca ha funcionado muy bien en gran parte de las empresas. Lo digo con conocimiento de causa trabajando, tanto en Chile como en el extranjero tocando el área, y además como consumidor. Este tema lo conversaba, ya hace años con una ejecutiva de Microsoft en España y opinábamos lo mismo, acerca de las marcadas falencias en relación a la asertiva respuesta que deberían dar las organizaciones a sus clientes y consumidores.
En Chile, el asunto de servicio al cliente se ha ido deteriorando; las organizaciones han ido generando procedimientos de respuesta al consumidor, sistematizando el proceso, olvidándose un poco, de que esta actividad tiene que ver con personas, y que el éxito de las empresas depende directamente de la relación que puedan establecer, con una mirada de largo plazo con sus clientes.
Uno de los principales problemas que tienen los ejecutivos es que miran y tratan esta actividad como parte de los numerosos procesos cuantitativos que llevan a cabo y de los cuales sacan muchos datos concretos.
Considero que aquí, radica el punto crítico, este es un proceso que tiene que ver con personas, con comunicación, pero más aun, con la propuesta de valor integral que la organización les entrega a sus clientes.

Obviamente, lo primero que aparece en esta cuestión es el “producto”; así, el camino avanza hasta la experiencia vivida por parte del consumidor al adquirirlo y utilizarlo, emergiendo el resultado que finalmente marcará el mapa de vida del cliente (Consumer Journey Map).

El modelo muestra la ruta física y virtual que vive el consumidor en el proceso de compra. Expresa el camino recorrido y la navegación del avatar, su otro yo; además, de expresar el flujo comunicacional que ocurre en este proceso.

Hoy en día, debemos de poner especial énfasis en la narrativa vivencial, ya que aquí se acumula la experiencia vivida y se expresan los resultados de lo vivido y recibido por parte de los consumidores.

Dependiendo del tipo de “producto” que se haya adquirido y consumido, tales como productos comprados por impulso o productos con compra planificada, el proceso comunicacional será más profundo, complejo y extensivo en el tiempo, traspasando incluso, semanas y años. Por esto es tan importante que las organizaciones traten bien a sus clientes y tengan presente el ciclo de vida del cliente (CVC); es decir, mantener una mirada de largo plazo con ellos.

Hechos como estos, proveerán de relaciones duraderas y podrán obtener mayores beneficios las organizaciones.


Esta mirada tiene varios flujos comunicativos de diferentes agentes participantes, algunos actúan indolentes, y otros, realmente son empáticos y tratan a su contraparte con criterio y en forma servicial.
Es aquí donde aflora la posibilidad de hacer las cosas mejor de lo que se hacen, cuando nos comunicamos y damos respuesta a las preguntas y problemas que los clientes y/o consumidores tienen. Este proceso debe ser parte fundamental del análisis que realizan los ejecutivos de las compañías, para poder entender de mejor manera el comportamiento, posible actuación y respuesta de los compradores. Esta es la gran oportunidad que deben aprovechar, sino, lo que puede ser una ventaja competitiva en algún momento, se puede perder en poco tiempo.
Los estudios cualitativos toman cada día más fuerza y son el gran desafío que enfrentamos los consultores para poder concatenarlos con los cuantitativos y así, poder mejorar el servicio al cliente que se encuentra, realmente alicaído.
Como fue tu camino, marcará lo que serás más adelante. Así, las relaciones deben de construirse con comunicación, transparencia y dando respuesta concreta y positiva a los consumidores, es la única manera de evitar o minimizar la infidelidad comercial.
Debemos tratar de entender al cliente y dar lo mejor de la organización para estrechar los nexos y mirar las proyecciones de crecimiento y desarrollo con optimismo en el tiempo.