Los inicios de un emprendimiento en la década actual
Los expertos dicen
que el Plan de Viabilidad ha muerto. Quizás, tal como se enseñan en las
escuelas de negocios hoy en día. Si pensamos en esas extensas planillas Excel y
Word atiborrados de muchos supuestos y buenos deseos que muestran el camino
casi perfecto para lograr el éxito en el emprendimiento.
Los emprendedores
que son meticulosos pueden enfocarse en este trabajo de 6 meses a 1 año, porque
es un ruta de navegación y su portafolio que los representa frente a
inversionistas y capitales ángeles o futuros socios, sin embargo, ningún plan
de negocio soporta un primer contacto con el cliente (Black y Dorf, 2012).
La importancia que
toma el cliente, al tomar la decisión de adquirir un producto (bien o servicio),
por sobre los de la competencia, nos dan guía acerca del proceso que lleva a
cabo el consumidor, recibiendo beneficios por sobre el precio pagado y pensando
que la propuesta de valor del producto adquirido es superior a los otros. Así,
ningún plan trazado detrás del computador y bajo las 4 paredes de una oficina,
podrá tener éxito, si no existe un contacto directo con el cliente, que valida
la promesa que representa el producto. Este acercamiento es vital a la hora de
pensar en diseñar un buen plan de negocios.
Esta es una de las
razones por la que valido, en los estudios de mercado, el trabajar con una
muestra de tipo Juicio de Experto o muestreo por conveniencia. Esto permite
acercarnos con mayor certeza hacia los verdaderos clientes que podría tener un
negocio.
Así, las múltiples
ideas brillantes que señalan tener muchas personas, podrán acercarse a conseguir
el éxito en forma extraordinaria. Obviamente esta idea debe enfocarse en
solucionar un problema no resuelto en el mercado y que la solución sea abordable,
perfectible y escalable en el tiempo.
La invitación es a
atreverse a dar el paso al emprendimiento, pensando, ojalá, siempre en grande.
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